¿Pueden factores como el colesterol, la circulación y la presión arterial alta afectar tu inmunidad? Averigüémoslo.
Colesterol, circulación, presión arterial e inmunidad
La evidencia sugiere que los cristales de colesterol pueden acumularse a lo largo de las paredes internas de las arterias y desencadenar la liberación de moléculas inmunes llamadas inflamasomas NLRP3. Estas moléculas pueden causar inflamación y promover la lesión de los vasos sanguíneos, lo que conduce a ciertos eventos cardíacos como un derrame cerebral o un ataque cardíaco.
Las células inmunitarias tienen receptores que actúan como centinelas. Pueden detectar la presencia de moléculas dañinas, como proteínas extrañas, restos celulares, ADN dañado o cristales de colesterol, y luego envían “soldados” celulares llamados citocinas para eliminar la amenaza. El problema es que los niveles anormalmente elevados de citocinas se han relacionado con la enfermedad de las arterias coronarias. Los estudios sugieren que los niveles elevados de citocinas pueden sobreestimular el sistema inmunitario, lo que provoca inflamación en la capa interna de la pared de los vasos sanguíneos. Reducir los niveles de citocinas con medicamentos o adoptando cambios saludables en el estilo de vida puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir eventos cardíacos nocivos.
¿Cómo hacer las cosas mejor?, Corazón y la inmunidad

La circulación también desempeña un papel en un sistema inmunológico saludable a través del sistema linfático. El sistema linfático está formado por tejidos y órganos que se extienden por todo el cuerpo y ayudan a eliminar desechos y materiales no deseados a través de un líquido llamado linfa. La linfa contiene glóbulos blancos que son cruciales para combatir las infecciones. Si se detectan bacterias en la linfa, los ganglios linfáticos producen más glóbulos blancos para hacer frente a los invasores. La linfa se mueve a través del cuerpo a través de las contracciones de los vasos linfáticos, pero también se ve ayudada por el movimiento general, como la inhalación y la exhalación, y por la presión creada por las arterias pulsantes. Si la circulación se reduce de cualquier manera, puede provocar un drenaje linfático deficiente. Esto, a su vez, reduce el flujo de glóbulos blancos que combaten las infecciones, lo que puede provocar un mayor riesgo de infección.
La presión arterial también puede afectar la salud inmunológica. La presión arterial alta, conocida técnicamente como hipertensión, está presente en más de mil millones de adultos en todo el mundo. Si bien muchos factores del estilo de vida contribuyen a la hipertensión, el sistema inmunológico también desempeña un papel. Tradicionalmente, la hipertensión se ha relacionado con una reducción del flujo sanguíneo a los órganos y tejidos del cuerpo, así como con un aumento de la inflamación. Pero algunas evidencias recientes sugieren que la inflamación también puede contribuir al desarrollo de la presión arterial alta.

Además de las recomendaciones habituales sobre el estilo de vida que se dan a quienes intentan mejorar su salud cardíaca e inmunológica (incluido el ejercicio diario, dormir de siete a nueve horas, comer las porciones diarias recomendadas de frutas, verduras y cereales, etc.), existe un nutriente estrella llamado extracto de ajo añejo que puede ser de ayuda. A nivel químico, el proceso de envejecimiento transforma los compuestos inestables, a base de aceite y causantes de olor del ajo fresco en compuestos estables, a base de agua y sin olor. Se ha demostrado que estos nuevos compuestos brindan una variedad de beneficios que refuerzan el sistema inmunológico. Un estudio de 2016 en The Journal of Nutrition informó que el extracto de ajo añejo contiene numerosos compuestos que tienen el potencial de influir en la inmunidad. La investigación sugiere que las células inmunes, especialmente las células inmunes innatas, son responsables de desencadenar la inflamación necesaria para matar los patógenos. Los resultados del estudio sugieren que complementar con 1200 mg de extracto de ajo añejo diariamente puede mejorar la función de las células inmunes y disminuir la inflamación. Esto no solo mejora la respuesta inmunológica del cuerpo, sino que también desempeña un papel protector en la salud del corazón.
Referencias.
- Duewell P, Kono H, Rayner K, et al. NLRP3 inflammasomes are required for atherogenesis and activated by cholesterol crystals. Nature Publishing Group. 2010; 464(7293): 1357-61.
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- Y Z, Vanni K, Huang J, et al. Association between inflammation and systolic blood pressure in RD compared to patients without RA. Arthritis Research & Therapy. 2018; 107.
- Percival, S. Aged garlic extract modifies human immunity. Oxford Academic. 2016; 146(2): 433S-436S.
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