Como abril es el mes de la concienciación sobre el estrés , pensamos que sería el momento perfecto para analizar los efectos del estrés y cómo interactúa con el sistema inmunológico. También destacaremos seis formas sencillas pero eficaces de descomprimir el estrés cuando la vida se vuelve demasiado intensa, conviértelo en inmunidad.
¿Cómo afecta el estrés a la inmunidad?
Lo creas o no, el estrés puede ser algo bueno. Por ejemplo, el estrés a corto plazo puede potenciar las funciones inmunoprotectoras, como la cicatrización de heridas, al aumentar la cantidad de células inmunitarias en la sangre y cambiar la forma en que circulan. Eso es genial cuando estás herido, ya que el estrés desencadena una respuesta inmunitaria que promueve la curación. Una vez que se resuelve el problema, tu sistema inmunitario está diseñado para volver a la normalidad.
Pero si estás constantemente estresado al máximo, tu sistema inmunológico puede verse comprometido. Ya sea por las presiones de un trabajo exigente o una relación problemática, los períodos prolongados de estrés pueden suprimir la respuesta inmunológica, dejando a tu cuerpo menos preparado para lidiar con intrusos dañinos. También hay varias señales de que puedes tener un sistema inmunológico debilitado . Esto se debe a que el estrés constante perjudica la actividad de tus glóbulos blancos, que son clave para ayudar al cuerpo a combatir infecciones y otras enfermedades. Esto no solo te prepara para contraer lo que sea que esté pasando ese año, sino que también puede provocar enfermedades más graves. Para colmo de males, las personas estresadas a menudo recurren a conductas poco saludables como picar entre horas, fumar y beber alcohol para superar esos momentos difíciles. Estos excesos pueden hacerte sentir bien en el momento, pero pueden debilitar aún más tu sistema inmunológico y, de hecho, empeorar el impacto del estrés a largo plazo.
Formas de aliviar el estrés
Aprender a liberarse del estrés probablemente no suceda de la noche a la mañana. Pero con práctica y un poco de paciencia, estará en camino de afrontar mejor los desafíos de la vida moderna. A continuación, se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a lidiar con los factores estresantes que trae la vida:
Ponte en onda.
Relájate y despeja tu mente durante 10 a 20 minutos cada día, lo que puede influir positivamente no solo en tu estado mental, sino también en tu sistema inmunológico. Se ha demostrado que la meditación fortalece los glóbulos blancos y reduce el cortisol, la hormona del estrés que puede envejecer prematuramente tus células inmunológicas. Relájate con una aplicación de meditación como Calm, Meditopia o Headspace.
Limpia tu dieta.
Se ha demostrado que lo que comes juega un papel importante en la forma en que tu cuerpo maneja el estrés. Por eso es importante llenar tu plato con alimentos que alivian el estrés, como salmón, huevos, alcachofas y kimchi. Al mismo tiempo, asegúrate de limpiar tus alacenas de alimentos que promueven el estrés, como bocadillos ultraprocesados, golosinas azucaradas, café y alcohol.
¡Compleméntalo! Inmunidad
Cuando se trata de estrés, incluso una dieta saludable puede necesitar un poco de apoyo. Un régimen diario de suplementos puede hacer maravillas para reducir el estrés, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar el bienestar general. Por ejemplo, se ha demostrado que el extracto de ajo añejo reduce las hormonas relacionadas con el estrés, el cortisol y la corticosterona. Las vitaminas B también son eficaces para combatir el estrés. En un ensayo, los participantes que tomaron una combinación de vitaminas B durante un mes informaron mejoras significativas en el estrés autopercibido, la salud general y los niveles de energía.
Haz ejercicio.
Hacer ejercicio es una excelente manera de eliminar el estrés, pero los entrenamientos regulares también tienen el beneficio adicional de mejorar la función inmunológica. Sin embargo, no es necesario aumentar demasiado la intensidad para obtener los beneficios del ejercicio para eliminar el estrés. Actividades como el tai chi y el yoga pueden no requerir el mismo fervor que el crossfit o zumba, pero son igual de útiles para liberar la tensión y ayudarte a encontrar la calma. Incluso un paseo en bicicleta o un paseo tranquilo por el vecindario pueden ayudar a eliminar el estrés.
Desarrolla conexiones sociales.
El aislamiento social y los sentimientos de soledad pueden debilitar tu respuesta inmunitaria. Por eso es tan importante tener una red social con la que interactuar de forma habitual. Reír y divertirse puede mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés e incluso aliviar el dolor. Así que propónte pasar tiempo con tu familia y amigos, o hacer nuevas conexiones a través del voluntariado o de grupos locales.
Empiece a cultivar.
La jardinería ayuda a reducir la ansiedad, la depresión, el estrés e incluso el índice de masa corporal (IMC), al mismo tiempo que mejora su calidad de vida, sus niveles de actividad física y su función cognitiva. ¿Una ventaja adicional? Pasar un poco de tiempo al sol también le dará a su cuerpo la dosis necesaria de vitamina D que refuerza el sistema inmunológico.
Si bien el estrés puede ser una parte inevitable de la vida, no debe permitir que se apodere de usted ni de su salud. Comprender los riesgos que puede representar el estrés a largo plazo y poner en práctica formas de minimizar su impacto puede brindarle a tu sistema inmunológico una oportunidad de luchar cada vez que la vida te presente una situación estresante.
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Este artículo tiene fines meramente informativos. No sustituye ni pretende sustituir el asesoramiento, diagnóstico o tratamiento médico profesional y nunca debe utilizarse como referencia médica específica.
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