¿Tiene alguna pregunta, comentario o inquietud? Nuestro dedicado equipo de expertos está listo para escucharlo y ayudarlo. Comuníquese con nosotros a través de nuestras redes sociales.

Pasos sencillos para fortalecer tu inmunidad

Exploraremos un par de pasos sencillos que puede seguir para fortalecer tu inmunidad, haciendo algunos cambios simples en tu estilo de vida, para ayudar a nuestro sistema a atravesar estos meses difíciles de la temporada de gripe y resfriados sin sufrir daños. Primero, exploremos por qué nuestro sistema inmunológico es tan importante y cuáles son sus funciones principales.

El papel de tu sistema inmunológico

Nuestro sistema inmunológico tiene dos funciones principales. Una es protegernos de peligros, como las infecciones. La otra es reparar nuestros tejidos y ayudar a nuestras células a “sacar la basura” (es decir, limpiar los desechos celulares/eliminar las células muertas) de forma regular. El sistema inmunológico utiliza la inflamación como herramienta principal en ambas funciones, pero esa inflamación debe mantenerse en un equilibrio casi perfecto para que nos mantengamos saludables. Demasiada inflamación y podemos desarrollar enfermedades crónicas como artritis, diabetes y demencia, entre otras. ¿La buena noticia? Podemos “afinar” nuestro sistema inmunológico modificando algunos de nuestros comportamientos, como hacer ejercicio y comer de forma más saludable.

Beneficios del ejercicio

La mayoría de las personas están familiarizadas con las recomendaciones de salud pública sobre la actividad física para mejorar nuestra salud, que es que los adultos deben hacer al menos 150 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada. La actividad física se asocia con una menor tasa de complicaciones cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes y demencia. También nos proporciona endorfinas y nos ayuda a alcanzar y mantener nuestro peso. También se cree que el ejercicio mejora nuestra inmunidad. Algunos estudios muestran que la actividad física moderada puede ayudar a eliminar las bacterias de los pulmones y las vías respiratorias. Esto, a su vez, puede reducir las posibilidades de contraer un resfriado o gripe. El ejercicio también puede causar cambios en los anticuerpos y los glóbulos blancos. Como referencia, los glóbulos blancos son las células del sistema inmunológico del cuerpo que luchan contra las enfermedades. Estos anticuerpos o glóbulos blancos circulan más rápidamente después de hacer ejercicio, lo que les permite detectar enfermedades antes de lo que podrían haber hecho antes. Además, el breve aumento de la temperatura corporal durante y después del ejercicio puede incluso prevenir el crecimiento de bacterias. Este aumento de temperatura puede ayudar al cuerpo a combatir mejor las infecciones. Por último, el ejercicio ralentiza la liberación de hormonas del estrés, y un nivel bajo de hormonas del estrés puede protegerte de enfermarte. Por lo tanto, el primer paso es hacer ejercicio todas las semanas. Puede ser tan sencillo como caminar 20 minutos, jugar al golf o montar en bicicleta unas cuantas veces por semana. ¡Sal y mantente activo!

Pasos sencillos para fortalecer tu inmunidad

Comer bien

Mantener una dieta saludable ayuda a mantener el sistema inmunológico equilibrado y preparado para luchar contra infecciones y virus. Dado que el sistema inmunológico requiere un equilibrio saludable de alimentos reales, estos nutrientes deben ser una prioridad máxima en su patrón de alimentación diario. Este es el paso N.º 2: toma decisiones más saludables con los alimentos que consumes.

Comer bien es parte de la inmunidad

Proteínas: las proteínas es el componente básico de las células inmunitarias. Una dieta deficiente en proteínas puede perjudicar seriamente la función inmunitaria. La mayoría de los adultos necesitan al menos 50 gramos de proteína de calidad al día (o una porción del tamaño de la palma de la mano por comida). Puede resultar útil elaborar un plan de alimentación semanal para que sea más fácil incorporar proteínas saludables. Esto podría consistir en desayunar huevos, chile de pavo para el almuerzo y salmón para la cena. Además, añada un puñado de semillas de calabaza; ¡mucha gente no sabe que están repletas de proteínas!

Antioxidantes: ¡Llena tu plato con alimentos coloridos! Una regla general es que cuanto más coloridos sean los alimentos en tu plato, más saludables serán (a menos que se trate de una bolsa de M&M’s, por supuesto). Los colores intensos e intensos indican micronutrientes y antioxidantes, que tu cuerpo necesita para protegerse y recuperarse de enfermedades. Los estudios han demostrado que los antioxidantes mejoran las respuestas inmunológicas, así que no tengas miedo de incluir en tu plato algunos pimientos morrones, repollo morado y judías verdes.

Suplementos para el éxito

Además de estos consejos para reforzar el sistema inmunológico, también te animamos a que eches un vistazo a tu botiquín (o a la despensa de la cocina). Lo más probable es que haya diferentes tipos de vitaminas y suplementos que puedan ayudarte a reforzar tu sistema inmunológico. Puedes combinar varios tipos de suplementos para fortalecer y desarrollar realmente ese sistema inmunológico. Tu suplemento de vitamina C, combinado con un probiótico diario e incluso una bebida verde nutritiva en polvo, puede ser un gran golpe para cualquier posible enfermedad y detenerla de inmediato. Algo extra que puedes añadir a la mezcla es un suplemento que contenga extracto de ajo añejado. Los suplementos que contienen este potente ingrediente pueden realmente fortalecer tu sistema cardiovascular e inmunológico al mantener la función circulatoria y promover el bienestar general.

Encontrar el equilibrio en tu rutina y hacer cambios en tu dieta y hábitos de ejercicio puede ser difícil, así que empieza de a poco. Intenta introducir o eliminar un alimento nuevo cada semana y añade 10 minutos de ejercicio a tu régimen cada semana.

Referencias.

Si eres médico y deseas encontrar más información especializada en nuestra plataforma de https://estudioskyolic.com

No hay comentarios que mostrar.

Comparte este artículo
URL compartible
Artículo anterior

La conexión entre el estrés y la inmunidad

Siguiente Artículo

5 maneras de aliviar la inflamación intestinal

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos que te pueden interesar...